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Liderar desde el corazón de la organización: el reto invisible del líder 360º

  • Foto del escritor: Nacho Martín
    Nacho Martín
  • 19 jul
  • 4 Min. de lectura
“No es necesario estar en la cima para influir. Es necesario estar comprometido, preparado y presente.” - Nacho Martín

Los mandos intermedios son como los nudos de una red: no siempre visibles, pero imprescindibles para la solidez y la transmisión de fuerza. Lideran sin tener la corona, y a menudo sufren el peso de las órdenes que bajan y de las expectativas que suben.


Pueden sentirse atrapados entre dos fuegos: la dirección y los equipos. Pero es precisamente aquí donde radica su fuerza transformadora.


1.  La metáfora del puente que sostiene el tráfico


Imagina un gran puente suspendido que conecta dos ciudades. Arriba, circulan vehículos pesados. Abajo, el río corre indiferente. Nadie se detiene a admirar la estructura del puente, solo lo cruzan. Pero si uno de los cables centrales falla, todo el sistema peligra.


Así son los mandos intermedios: puentes estructurales que sostienen el peso de la dirección y el movimiento de los equipos. No son decorativos, son esenciales. Sin ellos, la cultura no se transmite, la visión no se implementa y la estrategia no se concreta.

Pero a menudo no reciben ni el reconocimiento ni el apoyo necesario.


2.  Los retos del líder 360º: liderar sin corona


John C. Maxwell en su libro “El líder 360º” nos dice que “el liderazgo no tiene que ver con títulos, cargos u organigramas, sino con una vida que influye en otra”. Tiene toda la razón: el liderazgo no consiste en tener un título, sino en tener un impacto independientemente del título.


¿Y qué es tener impacto? La influencia positiva y transformadora que ejerces sobre las personas y la organización. Es el rastro que dejas. El cambio que se nota cuando tú estás (o cuando no estás).


Los mandos intermedios se encuentran en una posición especialmente compleja:

  • Deben traducir objetivos estratégicos en acciones operativas.

  • Deben motivar equipos a pesar de no tener la última palabra.

  • Deben gestionar tensiones, comunicar con claridad y mantener el equilibrio emocional.


Este rol exige liderazgo en todas las direcciones:

  • Hacia arriba: influir positivamente en los superiores sin competir.

  • Hacia los lados: colaborar con otros mandos sin rivalidad.

  • Hacia abajo: ser guía y modelo para los equipos.


Este liderazgo “360º” no se basa en la autoridad formal, sino en la credibilidad, la coherencia y la confianza. Las tres C’s que abren puertas donde los títulos no llegan. Las tres C’s que convierten una voz en referencia y una presencia en influencia.


Credits: Freepik imagen generada con IA
Credits: Freepik imagen generada con IA

3.    Consejos de un mentor: 5 claves para liderar desde el medio


Como mentor de mandos intermedios, a menudo comparto estos 5 consejos:


1.    Asume tu poder de influencia


Aunque no tomes las grandes decisiones, puedes influir en cómo se ejecutan, cómo se interpretan y cómo se explican. Tu liderazgo es el filtro emocional de la organización. Es a través de ti que muchos ven y viven la estrategia.


Ten presente que no puedes controlarlo todo, pero puedes influir en casi todo.


2.    Traduce la visión en acción significativa


Las directrices de la dirección a menudo llegan en forma de palabras grandes. El talento del mando intermedio es convertirlas en mensajes claros, acciones concretas y sentido compartido. Si solo trasladas órdenes, no lideras: solo transmites.


Liderar es dar sentido a lo que llega y dignidad a lo que se hace.


3.    Crea relaciones, no solo resultados


Los equipos no siguen un título: siguen a una persona que los ve, que los escucha y que los inspira. Tu vínculo con ellos es lo que marca la diferencia entre una obediencia tensa y una colaboración auténtica.


Recuerda que un líder no mueve personas con órdenes, sino con presencia y propósito.


4.    Practica el liderazgo lateral


Colabora con otros mandos, con tus pares. Comparte buenas prácticas. Sé un aliado, no un competidor. La influencia lateral es una de las más potentes y olvidadas.


El éxito colectivo es el éxito sostenible.


5.    Desarróllate constantemente


Liderar desde el medio es una escuela de alto rendimiento. Mejora tu comunicación, gestiona tu tiempo, aprende a dar feedback y a gestionar el conflicto.


Cuanto más te desarrolles, más fuerza tendrás para liderar con criterio y serenidad.


4.  El líder 360º no pide permiso para liderar


“No esperes que te den poder. Asume responsabilidad.”  John C. Maxwell

Una de las trampas mentales más habituales es pensar: “Cuando me den más poder, entonces lideraré de verdad”. Pero el liderazgo no se activa con un ascenso, sino con una decisión interna de responsabilidad e influencia.


El liderazgo 360º no depende del título. Nace del compromiso interno de ser ejemplo, de cuidar la cultura, de ponerle conciencia y criterio, aunque no te miren.


5.    El mando intermedio es el corazón que hace latir la organización


Si la dirección es el cerebro, y los equipos son las manos, los mandos intermedios son el corazón. Hacen circular la sangre de la cultura, la energía del propósito y el alimento del reconocimiento.


Y como el corazón, trabajan constantemente, a menudo en silencio, pero sin ellos nada funciona.


Su éxito no es llegar a la cima sino ser indispensable donde está.


6.  Liderar desde el medio es liderar desde dentro


El liderazgo 360º no es un paso previo. Es una vocación en sí misma. Es una manera de mirar, de estar y de impactar.


Quizás nunca te pongan una medalla. Pero si lo haces bien, cambiarás vidas, darás sentido a las estrategias y harás que tu organización sea más humana, más eficiente y más viva.


Esto es liderar desde el corazón de la organización. Y es un honor, no una obligación.

¿Y tú... cómo lideras desde el medio?


  • ¿Estás liderando desde el corazón o solo transmitiendo órdenes?

  • ¿Estás influyendo con ejemplo o esperando tener autoridad formal para actuar?

  • ¿Qué puedes hacer hoy para ser un puente más sólido, más humano y más consciente?

  • ¿Qué conversación necesitas tener para elevar tu liderazgo lateral o hacia arriba?

  • ¿Cómo quieres ser recordado por las personas que trabajan contigo cada día?


Quizás no seas la cara visible de la empresa, pero eres el alma que hace que todo funcione. Y eso también es liderar en mayúsculas. ¿Empiezas hoy?

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