¿Qué es la verdad?
Se puede definir la verdad como la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés."
Antonio Machado. Poeta y escritor español (1875-1939)
Hoy os voy a explicar en forma de cuento una metáfora sobre la verdad que os hará reflexionar sobre ella.
Namar y el diamante de la verdad
Erase una vez un joven aprendiz de druida que vivía en la aldea de Confianum, en la Galia del año 100 antes de Cristo. Su nombre era Namar.
El muchacho regresaba a su aldea por el sendero del bosque de los grandes robles cuando observó que dos niños discutían al lado del río mientras sus madres lavaban la ropa. Se paró un momento y escuchó qué decían:
- Mi mamá es la más guapa del mundo - decía el pequeño pelirrojo.
- ¡No y no! La mamá más guapa del mundo es la mía. - decía el niño moreno.
Cuando la discusión ya llegaba a las manos, se acercaron las dos madres y pusieron paz entre los niños.
Namar miró con atención a las madres, las cuáles, realmente no parecían ser las mujeres más bellas que él había visto. De hecho, pensó que la madre más guapa del mundo era la suya. Y se rió.
Aquella noche no durmió bien. Le venía todo el rato a la mente la imagen de los dos niños y se preguntaba cuál era la verdad.
Mientras desayunaba unos frutos secos y un cuenco con leche, Namar le contó la situación a su maestro, el viejo druida Lovernios, y luego le preguntó:
- Dime maestro, ¿qué es la verdad?
- La respuesta vendrá a ti cuando menos te la esperes - contestó Lovernios.
Pero Namar no podía esperar más. Así que cogió su zurrón. Puso un poco de pan, una cantimplora de agua y se fue en búsqueda de la verdad.
A cada persona que se encontraba por el camino le hacía la misma pregunta: ¿Qué es la verdad?
- La verdad es la aceptación y el cumplimiento de las órdenes de tu jefe - le dijo un fornido guerrero galo.
- Sin duda, la verdad está en Minerva, nuestra diosa de la sabiduría - le argumentó un sacerdote romano. Y como yo soy su voz en este mundo, todo lo que yo diga es verdad.
- No. La verdad se encuentra en el servicio a la comunidad - le dijo el jefe de una aldea vecina.
- La verdad es conocerte a ti mismo - le dijo un sabio filósofo griego.
- La verdad de las verdades es vivir los placeres de la vida - le balbuceó el borracho entre sorbo y sorbo de su bota de vino.
- No saben lo que dicen - le susurró la prostituta. El libre albedrío, vivir y dejar vivir es la verdad absoluta.
- No tienen ni idea. La verdad la tenemos nosotros. La verdad es el FALG, Frente Antirromano para la Liberación de la Galia. ¡Únete a nosotros y acabemos con los romanos! - le dijo el revolucionario.
Seis meses después de su partida, el joven aprendiz regresó confundido a Confianum. Se dejó caer en su camastro sin entender nada. Todas aquellas personas que había encontrado opinaban diferente a la pregunta sobre qué era la verdad. Creían, reivindicaban y justificaban firmemente su verdad.
Lovernios se acercó a su lado y le preguntó:
- ¿Qué tal ha ido la búsqueda de la verdad?
- Pues no muy bien, maestro. Hoy por hoy, todavía no he encontrado qué es la verdad.
- Namar, creo que hoy es el día más indicado para que encuentres la verdad.
- Pero de verdad maestro, ¿existe la verdad?
El viejo druida sonrió y sacó un diamante de uno de sus bolsillos y se lo dio.
- Acerca el diamante a tus ojos y obsérvalo detenidamente. ¿Qué ves?
- Veo mi cara reflejada en cada lado del diamante. Y en cada lado, mi cara se ve de diferente forma.
- ¿Qué has aprendido de este proceso de búsqueda de la verdad? - le preguntó Lovernios.
- La verdad, como este diamante, tiene mil caras. La verdad está en cada uno de nosotros. Y a cada uno le corresponde averiguar cuál es su verdad. Ésta es la VERDAD.
- Y es que en este mundo no hay verdad ni mentira. Todo es según el cristal a través del cuál se mira - dijo finalmente el sabio druida tocando con su mano la cabeza de Namar.
¿Qué has aprendido de este cuento? ¿Cómo te ha hecho sentir? ¿Te ha ayudado a encontrar tu vedad?
No dejaremos esta lectura sin conocer una cita célebre más sobre la verdad:
"Sólo hay una verdad absoluta: que la verdad es relativa."
André Maurois. Novelista y ensayista francés (1895 -1967)
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